barrio colombia / distrito de artistas
Ana Bel Zabala
Licenciada en Educación Artes Plásticas Universidad de Antioquia
La naturalización de la violencia y el poder se ve interpelada por los intereses económicos del dominio y control de los territorios. La incidencia psicológica de los conflictos bélicos y la dialéctica utilizada como manipulación de las ideologías, se ve representada en símbolos idealizados por la sociedad violentada. En una cultura sometida a un conflicto que ha perdurado más de 56 años y que desde los dispositivos de normalización se ha polarizado el pensamiento de la sociedad, se manifiesta una postura que permita la visibilización de los símbolos iconológicos, que controlan además de nuestro territorio, nuestro imaginario y la posibilidad de existencia.
Investigo diferentes territorios colombianos donde se visibiliza la violencia para analizar el comportamiento de los habitantes alrededor de objetos, palabras o situaciones de control que ellos mismos idealizan. Recorro lugares llenos de símbolos ocultos para entender sus códigos además de descifrarlos y dar a conocerlos. Es así como, a través de fotografías, esculturas, dibujos he instalaciones reflexiono sobre los códigos simbólicos de la violencia en mi país. Recolecto objetos de culto de la violencia para luego quitarles su función; además de los símbolos intangibles que se encuentran en la palabra de las narraciones que hacen evidente la naturalización de la violencia. Utilizando materiales reales de la guerra, quitándoles la función y la fuerza con que estas pueden hacer daño, mezclo lo agresivo de estos objetos con materiales sutiles como acrílicos, vidrios y resinas que dan cuenta de la fragilidad de la guerra.
Licenciada en Educación Artes Plásticas Universidad de Antioquia
La naturalización de la violencia y el poder se ve interpelada por los intereses económicos del dominio y control de los territorios. La incidencia psicológica de los conflictos bélicos y la dialéctica utilizada como manipulación de las ideologías, se ve representada en símbolos idealizados por la sociedad violentada. En una cultura sometida a un conflicto que ha perdurado más de 56 años y que desde los dispositivos de normalización se ha polarizado el pensamiento de la sociedad, se manifiesta una postura que permita la visibilización de los símbolos iconológicos, que controlan además de nuestro territorio, nuestro imaginario y la posibilidad de existencia.
Investigo diferentes territorios colombianos donde se visibiliza la violencia para analizar el comportamiento de los habitantes alrededor de objetos, palabras o situaciones de control que ellos mismos idealizan. Recorro lugares llenos de símbolos ocultos para entender sus códigos además de descifrarlos y dar a conocerlos. Es así como, a través de fotografías, esculturas, dibujos he instalaciones reflexiono sobre los códigos simbólicos de la violencia en mi país. Recolecto objetos de culto de la violencia para luego quitarles su función; además de los símbolos intangibles que se encuentran en la palabra de las narraciones que hacen evidente la naturalización de la violencia. Utilizando materiales reales de la guerra, quitándoles la función y la fuerza con que estas pueden hacer daño, mezclo lo agresivo de estos objetos con materiales sutiles como acrílicos, vidrios y resinas que dan cuenta de la fragilidad de la guerra.
taller
Barrio Colombia – Medellín